miércoles, 20 de julio de 2016

Parque Nacional Natural Tatamá

Después de varios meses he vuelto a escribir en este blog. No lo había vuelto a hacer debido a que en mi cabeza ronda una preocupación, el turismo masivo y muchas veces irresponsable que invade y transforma muchos de los sitios naturales de nuestro país y del mundo. Es triste pensar que dar a conocer la belleza de ciertos lugares o paisajes pueda llevar a su destrucción. He visto varios ejemplos en los que la intervención del paisaje y la propia experiencia de visitar un lugar se ha transformado muy negativamente por la visita sin los mas mínimos cuidados.

Luz del atardecer.

Luego de pensar al respecto creo que la solución no es dejar de hablar de estos lugares, al fin y al cabo las noticias sobre estos paraísos llegan tarde o temprano a muchos oídos. La respuesta que creo tener es que se debe continuar hablando de los lugares naturales siempre haciendo énfasis en el cuidado del medio ambiente y el respeto al territorio y cultura de quienes lo habitan. Finalmente confío en la educación como elemento transformador y así espero estar aportando a la preservación de los mismos.

Devorando hojas al borde del camino.

El lugar que quiero compartir con ustedes es el Parque Nacional Natural Tatamá, una de las áreas protegidas de Colombia. Aunque muchos no lo hayan escuchado,este parque es uno de los mas importantes de nuestro país, ya que es el único que alberga un páramo no intervenido por el hombre en Colombia.  Esta área protegida se encuentra entre los departamentos de Chocó y Risaralda, en esta ocasión tuve la oportunidad de visitarlo desde este último departamento.

Aviso de Entrada al Parque en el Sector Cascadas.

Para llegar a este parque la forma mas usual es hacerlo a través del centro de visitantes de Planes de San Rafael. Este centro de visitantes es una muestra del que considero un excelente manejo de reservas naturales regionales liderado por la Carder, el modelo ha logrado consolidar zonas de reserva ligadas a los acueductos de los municipios y articuladas entre si con otras zonas de reserva incluso de nivel nacional. El eco turismo está presente en varias de las zonas protegidas generando una fuente de ingresos adicional para las comunidades y generando apropiación de las mismas por medio de la exploración y apropiación del territorio.

Centro de Visitantes Planes de San Rafael.

Para llegar al centro de visitantes se debe llegar primero al municipio de Santuario, distante unos 90 minutos de Pereira. Desde allí se debe tomar una carretera sin pavimentar pero en buen estado que luego de 10 kilometros nos deja  justo en frente de una casona de arquitectura típica cafetera donde se brinda hospedaje y alimentación.


Flores de la reserva..

Desde el centro de visitantes se pueden hacer diferentes caminatas a varios atractivos de la zona, entre estos el Sendero Cascadas o el Sendero de la Laguna Encantada. Elegimos el sendero Cascadas y partimos a eso de las 8 de la mañana después de un buen desayuno típico. La primera gran sorpresa fue la asignación de nuestra guía, Daniela, una joven del lugar sería quien nos acompañara  en nuestra travesía. Como parte del manejo comunitario del ecoturismo se da oportunidad a jóvenes de la región para que trabajen de guías como suplemento a las labores cotidianas del campo. El ánimo y la disposición de Daniela hicieron de la jornada un día muy especial ya que además de contarnos sus experiencias como guía nos ayudó a entender un poco más el rol que juega la comunidad en este territorio de naturaleza cafetera y frutícola.

Rio San Rafael
La caminata se inicia por un terreno que en algún momento fue intervenido para la agricultura pero que se encuentra en recuperación, con la siembra de especies nativas como la palma de cera, el yarumo y muchos otros recuperados a través de su reproducción en el vivero de la misma reserva. Inicialmente el terreno es sencillo de recorrer, con un poco de pendiente pero sin dificultad especial.

Aguas del rio San Rafael.

Avanzando un poco más se empieza a espesar el bosque a lado y lado del río San Rafael. A pesar del intenso verano el bosque ha realizado un trabajo espectacular y las aguas cristalinas aún bajan abundantes a lo largo del cauce, mas abajo serán sustento del acueducto de Santuario. De un momento a otro y sin quererlo, en una mirada a los árboles divisamos un hermoso ejemplar de soledad de montaña, esta ave de los andes colombianos tiene un vistoso colorido y nos alegró con su presencia el camino. Así como esta, muchas especies de aves y mamíferos habitan este territorio lo que lo convierte en un excelente destino para la apreciación de nuestra biodiversidad.

Soledad de Montaña.

El camino cada vez se va tornando más dificill hasta llegar al sector cascadas. En este tramo es necesario escalar varias rocas y cuestas ayudándose de cuerdas que ha instalado convenientemente la comunidad. El cuidado debe ser extremo, una caída aquí puede significar una lesión muy difícil de atender ya que hemos caminado por mas de 3 horas.

Aún en verano el bosque conserva el agua.

Terminando el sendero de las cuerdas se llega a un alto y el letrero de Parques Nacionales nos advierte la importancia del lugar que visitamos. Desde aquí ya se puede divisar la cascada principal que en alguna época estuvo habitada por los patos de torrente. Hoy en día han desplazado su hogar un poco más arriba de acuerdo a lo que nos comenta Daniela. La vista es magnifica y las aguas seducen un baño inevitable. Claro que antes de esto es conveniente recargar energías, abrimos nuestro fiambre cuidadosamente empacado en hojas de plátano desde el centro de visitantes. La comida de la región estaba deliciosa, además con el hambre y cansancio todo sabe mejor.

Comiendo el Fiambre con nuestra guía.

Llegado el momento, bajamos a la cascada, ya estando aquí decidimos entrar en el agua, el impulso nos duró apenas lo suficiente hasta sentir que el agua del páramo nos congelaba los huesos, no duramos mucho pero fuimos bendecidos por El Tatamá.

Vista de la cascada principal.

 La sensación es indescriptible y la belleza sin igual. Ningún otro grupo de personas subió ese día hasta aquí, esto hace aún mas impactante la experiencia y nos demuestra que el ecoturismo de forma controlada y sensata si es posible.

Cascada Rio San Rafael.

El camino de bajada se torna lento en un inicio debido al tramo de las cuerdas que en el descenso debe ser aún mas cuidadoso. Ya superado este tramo el camino transcurre junto al curso del río. hacia al final se toma aire al lado de una vieja casa de madera abandonada. En algún momento aquí existió un puesto de control, pero ya toda la operación fue trasladada al centro de visitantes unos cientos de metros abajo. Con muchas ganas de descansar los últimos metros se recorren con paso acelerado hasta que los colores de la casona anuncian nuestro regreso.

Bajando la empinada roca.

Esta vez solo pasamos una noche, pero los motivos por volver sobran. Las fotos del páramo virgen y el imponente cerro Tatamá surgen de vez en cuando en nuestra memoria recordándonos que aún tenemos mucho que recorrer en estos caminos.


Carretera rural entre Santuario y Apia.


Consejos del turismo responable:

De ahora en adelante compartiré algunos consejos que creo pueden ayudar en este tipo de viajes:

-Si existe la posibilidad, se debe realizar el recorrido con guías locales y apoyar de esta forma a la comunidad que nos abre sus puertas. Esta es una forma de viajar mas seguro, de acercarse más a la cultura y de reforzar el papel comunitario dentro de la protección de las zonas de reserva.

-Consume los productos de la región y trata de distribuir el dinero que vas a gastar en el mayor número de personas. Por ejemplo trata de comprar tus alimentos o servicios en distintos lugares, especialmente a productores o pequeños comerciantes, esto hace mas equitativa la distribución de los recursos. En este sector puedes conseguir granadillas, fresas y lulos cultivados por la propia comunidad.

-Los caminos, cuerdas, puentes, etc. necesitan mantenimiento por lo que los recursos que se pagan por la entrada no deben ser vistos como un gasto oneroso, realmente estos son necesarios para facilitar un recorrido seguro. Paga las tarifas de acuerdo a lo definido por las comunidades, no ingreses sin permiso.