Hace algunos años, en una visita al famoso parque de San Agustín, me enteré de que en Colombia existen tres parques arqueológicos nacionales. El más conocido es precisamente el que visité en esa oportunidad, los otros dos son Tierradentro en el Cauca y Teyuna - Ciudad Perdida en la Sierra Nevada de Santa Marta. Desde ese momento la inquietud de conocer estos dos parques inició a rondar mi mente.
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Hipogeo de Tierradentro en el Sector de Segovia. |
Aprovechando mi estadía en el sur de Colombia, decidí aprovechar un fin de semana e iniciar el viaje que me llevaría bajo las hermosas rocas caucanas, Tierradentro era el destino. Para llegar a este parque se parte de Popayán o de La Plata-Huila, que en esta ocasión fue el elegido. A La Plata se puede acceder de fácilmente en un bus directo desde Bogotá o desde Neiva en transporte intermunicipal que es despachado de forma continua a lo largo del día.
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Terminal de La Plata. |
En el terminal de la Plata se debe preguntar por las camionetas que salen hacía Inzá, las salidas están limitadas a los horarios de 6:00 AM, 10:30 AM y 1:00 PM y el tiquete cuesta 12.000 pesos. Es recomendable estar con anticipación en el terminal ya que en algunas ocasiones las camionetas se llenan y así se haya separado el puesto, lo pueden dejar sin viajar. El camino hacia Inzá transcurre por una carretera que se encuentra en obra, la parte inicial acompaña el cauce del río Páez. Este río se encarga de drenar una importante cuenca, incluyendo el área del Nevado de Huila. En las últimas décadas, avalanchas de lodo y piedra han bajado por este cauce causando graves daños a los pobladores de la región, entre los que se encuentran principalmente los indígenas Nasa.
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El río Páez acompañando el camino.
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La presencia de los indígenas es una constante en todo el recorrido, finalmente esta es su tierra y en las poblaciones de Inzá y Belalcazar son mayoría. No será raro entonces encontrarse con una chiva llena "hasta el techo" en donde transportan sus enseres y alimentos.
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Chiva en carreteras de Tierradentro. |
Luego de viajar por algo más de dos horas a través de un buen tramo de carretera sin pavimentar llegamos finalmente a San Andrés de Pisimbalá. La alegría del arribo contrasta con la tranquilidad absoluta del lugar. Uno de los grandes atractivos de Tierradentro es que pese a ser un parque de especial interés, los visitantes son realmente escasos si lo comparamos con otros destinos turísticos de nuestro país. Durante nuestra permanencia no había mas de 20 o 30 personas en las inmediaciones del parque durante todo el fin de semana. Esta baja carga de visitantes permite disfrutar del lugar con total calma y tranquilidad, sin el acoso del comercio desaforado, ni el afán para ver o tomar una fotografía de algún lugar de interés.Otro dato interesante es que la mayoría de los visitantes son extranjeros. Algo nos tiene que decir esto sobre la valoración que tenemos de nuestra propia riqueza.
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Entrada al Parque Arqueológico. |
Entrando al pueblo se encuentra la posada que elegimos para dormir : La Portada. La verdad no hay muchas opciones, solo unos cuantos hospedajes familiares en el sector del parque y el Hotel el Refugio que es el más costoso y de mejor infraestructura. Los anfitriones son Doña Eva y Don Leonardo, dos personas muy colaboradoras y amables que están prestos a facilitar la información necesaria para los recorridos.
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Restaurante La Portada San Andrés de Pisimbalá |
Una vez ubicados en la habitación, decidimos almorzar en el restaurante que se ubica frente al hotel. La comida es buena, natural y con algunas muestras de cocina tradicional de la región. Finalizando el almuerzo tomamos camino al parque. Para llegar a la entrada se deben caminar unos 2,5 km desde San Andrés bajando hacia el cruce de la carretera que va para Inzá. En la entrada del parque se adquieren las entradas a un costo de 20.000 (Válida por dos días), aplican los respectivos descuentos para estudiantes, tercera edad, etc. En esta zona del parque se encuentran dos sencillos museos en los que se exhiben objetos encontrados en la zona y aspectos de las culturas que han habitados estos territorios. Con la información fresca en la mente nos dispusimos a visitar el primer alto: Segovia.
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Alto de Segovia Tierradentro. |
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Escalera de Hipogeo Tierradentro. |
Las tumbas que hacen famoso a Tierradentro son hipogeos de variable profundidad, algunos alcanzan los 6 metros de profundidad. Fueron elaborados por medio del trabajo de la roca volcánica presente en la región. Los hipogeos se ubican en la cumbre de las montañas que fueron aplanadas artificialmente para este fin. Segovia es el alto mas accesible desde la entrada del parque y uno de los mas interesantes. Para llegar al alto fue necesario caminar unos 20 minutos en subida. Pese a lo corto del camino, en ocasiones es necesario detenerse para tomar aire, lo que se aprovecha para detallar el paisaje montañoso.
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Montañas de Tierradentro. |
En el alto fuimos recibidos por una persona del parque, cada lugar de interés tiene una persona encargada de cuidar los hipogeos y brindar información a los viajeros. Para recorrer el parque no se requiere guía, sin embargo si se desea contratar se puede hacer para apoyar a la comunidad local y enriquecer la experiencia de los recorridos. En Segovia se pueden encontrar 25 tumbas abiertas al público, varias de ellas en muy buen estado de conservación y con pintura decorativa geométrica con motivos negros y rojos.
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Detalle de decoración en las pilastras de un hipogeo. |
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Muestra de Cerámica en posición original al interior de un hipogeo. |
A las tumbas se puede bajar a través de las escaleras originales, los escalones son altos y es preciso tener cuidado para no sufrir un accidente. Una vez en las cámaras inferiores, se tiene tiempo para contemplar el gran trabajo que hicieron los antepasados con el fin de dar sepultura a sus muertos. Relativamente poco conocimiento se tiene de los ancestrales habitantes de este lugar, su legado en el tiempo consiste en el trabajo sobre la roca y en los objetos que se han logrado recuperar de la tierra, sin embargo todavía no se ha podido establecer la identidad de estos grupos, ya que desaparecieron por completo hace cientos de años dejando abierta la cuestión de su devenir.
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Escalera de acceso a un Hipogeo. |
Ingresar a los hipogeos es un viaje en el tiempo, en mi caso no podía hacer mas que imaginar como serían las labores de construcción de las tumbas, como pintarían sus muros, los ritos en el momento de la muerte. Tierradentro permite esta conexión con el pasado debido a la calma con que se pueden hacer los recorridos. Muchas veces el acceso a las tumbas es realizada solo por una o dos personas a la vez lo que facilita una tranquila actitud de respeto y contemplación.
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Detalle de pilástras Antropomorfas. |
Finalizada la exploración de Segovia se nos pidió dejar el parque ya que la hora de cierre había llegado (4:00 PM). Decidimos regresar a San Andrés y descansar desde temprano para enfrentar el ascenso más exigente en la mañana del día siguiente: El aguacate.
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Ascenso Alto de Segovia |
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San Andrés de Pisimbalá. |
Con el canto de los gallos y los pitos de una tempranera chiva (6:00 AM) iniciamos nuestro segundo día. Desayunamos en el restaurante de la posada y tomamos camino al alto de San Andrés y para seguir despues con el Aguacate. Este camino se puede iniciar justo enseguida del restaurante de la Portada. En menos de 20 minutos se habrá llegado al alto en donde se pueden observar otros hipogeos, el más particular contiene representaciones de rostros humanos con pintura facial. En el alto de San Andrés los hipogeos no cuentan con iluminación por lo que se recomienda llevar linterna, además es importante abstenerse de tomar fotografías con flash ya que deterioran las representaciones sobre la roca.
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Puente en guadua en el camino a San Andrés. |
Una vez exploradas las tumbas del Alto de San Andrés, el camino continúa hacia El Aguacate. Este alto constituye un filo de una montaña que separa las cuencas del rio Ullucos y de la quebrada de San Andrés. El ascenso es exigente y en promedio toma dos horas desde el pueblo. Por momentos parece que el objetivo estuviese muy lejano, sin embargo el paso relajado pero constante es el mejor amigo para llegar a la cumbre.
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San Andrés de Pisimbalá desde el camino al Aguacate. |
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Vista del Alto del Aguacate desde el camino de acceso. |
Una vez se llega al Alto del Aguacate la vista es asombrosa, por un lado se distingue el municipio de Inzá y el cuso del rio Ullucos, al otro lado del filo las tierras de San Andres de Pisimbalá y el parque. En el centro un camino de tumbas que coronan el paisaje. Los hipogeos de este sector, se presumen son los más antiguos, debido a que presentan la menor complejidad en construcción y decoración de todo el parque. Se pueden sin embargo distinguir interesantes representaciones del sol, la luna y animales. Vale la pena quedarse un rato en este lugar, en nuestro caso nos acompañó un funcionario del parque muy amable llamado don Luis. El nos explicó el importante trabajo que se realiza para la preservación de este legado, el amor por su trabajo y la energía que emana es inspiradora. Incluso nos ofreció un poco de té de coca que una turista había dejado olvidado minutos antes. Con la recarga de energía continuamos el camino de regreso, esta vez la bajada era en dirección a la entrada del parque.
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Vista Panorámica El Aguacate. |
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Vista Panorámica Inzá. |
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Representación de Sol. |
Pese a la señalización que es buena en casí todo el parque, en este sector todavía falta un poco de ayuda para el caminante. En nuestro caso y por lo menos el de otro par de turistas que venían detrás, tuvimos un lapso de confusión que nos llevó por el camino equivocado, afortunadamente llegamos a un humilde casa de una finca, el ladrar de un perro nos delató (con susto incluido) y el amable dueño salió a indicarnos el camino correcto. Una vez superado el impase continuamos por el filo de la montaña hasta iniciar un fuerte descenso. Las piernas ya muestran signos de cansancio sin embargo no queda mas que continuar.
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Sendero descenso del Aguacate a entrada del Parque. |
El camino que tomamos nos llevó a la entrada del parque y la zona de museos. Como estábamos cansados contactamos un mototaxí que nos llevó rápidamente hasta el poblado. En este punto nos sorprendió un aguacero que obligó a sacar del morral un par de impermeables que trato de cargar siempre. Con eso superamos lo que hubiera sido una lavada monumental. Los recorridos en Tierradentro se pueden hacer principalmente de dos formas, una de ellas es priorizando la velocidad del recorrido intentando andar todo el parque en un día. Aunque es posible para una persona acostumbrada a caminar, es prudente evaluar que tanto se desea permanecer en cada lugar. Si se desean recorridos detallados, tiempo para hacer fotografía y cruzar palabras con los funcionarios del parque, lo más probable es que un día sea muy poco, además de extenuante. En nuestro caso el recorrido se realizó en día y medio y nos hicieron falta por visitar los altos del Duende y el Tablón.
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Tumbas en el Aguacate. |
Con la llegada temprano a la Portada tomamos un reconfortante almuerzo y salimos a dar una vuelta por el poblado. Es realmente pequeño, pero vale la pena ver las casas, algunas decoradas con flores muy bonitas.
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Casa en San Andrés de Pisimbalá.
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El punto triste está en la nostálgica vista que ofrece la capilla doctrinera de San Andrés. En su momento fue declarada como un bien de interés nacional y era el principal atractivo del poblado. Ya que fue construida a finales del siglo XVIII como parte del proceso de evangelización en la región. En su construcción participaron indígenas bajo la dirección de la iglesia. Desafortunadamente en la semana santa de 2013 fue incendiada al parecer como parte de un conflicto entre indígenas y campesinos de la región. Hoy la imagen es desoladora y a pesar de que se ha hablado bastante de su restauración, las obras no parecen estar cerca a iniciar.
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Capilla del Siglo XVIII Incendiada en 2013. |
Al día siguiente decidimos desayunar temprano y tomar una camioneta hacia Inzá, luego de separar nuestros tiquetes para el regreso a la Plata, tomamos un bus que nos dejó en la entrada a la vereda la Pirámide. Basta caminar unos 20 minutos a través de casas y jardines, para llegar a la entrada de la pirámide. Uno de los niños de la finca nos recibió y se ofreció a acompañarnos durante el recorrido. Cristian era su nombre, primero nos mostró los túneles. Al parecer estas misteriosas estructuras cavadas en la roca también fueron creadas por los misteriosos habitantes de esta montañas.
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Túneles en la Verda la Pirámide. |
Como último atractivo de nuestro viaje, visitamos la pirámide que se encuentra arriba de los túneles. Una vez más el paisaje natural es espectacular. Se divisa el cerro del Aguacate y la vía que lleva hacia Inzá. La roca natural ha tomado formas que recuerdan las pirámides de las grandes culturas americanas. Por momentos parece que un descuido fuera provocar una caída de muchos metros, sin embargo estando allá arriba no se desea bajar. El deseo es quedarse entre montañas, en la cúspide del mundo de Tierrandentro, unos minutos de silencio servirán para facilitar mas adelante el recuerdo de aquel olor a montañas y aquellas caricias del viento que uno no quisiera dejar de sentir. Cuando llegará Teyuna?
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Pirámide en Inzá. |
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Con Miguel en el viaje de regreso a la Plata. |
Que buen viaje y pensar que solo he ido una vez en 30 años, solo esta a 30 minutos de la plata huila, vía en proceso de pavimentación.
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